A través de la nutricionista Ivania Luengo, Salud Machalí entrega recomendaciones para fortalecer el sistema inmunológico por medio de una buena alimentación.
“Cuando decimos adiós al verano y comienzan a bajar las temperaturas, el frío empieza a ser un enemigo para nuestra salud, esta temporada trae principalmente resfriados y gripe, en donde padecemos diferentes síntomas desagradables, como narices congestionadas, fiebre y tos reiterativa, por lo tanto debemos reforzar nuestro sistema inmunológico, con la finalidad de protegernos de estos malestares, que afectan a la mayoría de nuestra población sin distinción de edad.”, señaló la Nutricionista de Salud Machalí, Ivania Luengo.
Además Luengo, agregó que “una alimentación diaria que sea sana y equilibrada, ayudará a reforzar nuestras defensas y minimizar el daño que puedan causar enfermedades respiratorias o similares para nuestro organismo. A continuación describiré temáticas que están ligadas a la promoción de hábitos saludables para potenciar nuestro sistema inmunológico.”
Prebióticos: Trata de las bebidas prebióticos, un alimento formulado en base a microorganismos vivos seleccionados, fundamentalmente bacterias (lactobacilos o bifidobacterias), que se adicionan para contribuir a estimular las defensas del organismo. Estas bacterias que vienen “incluidas” en estos productos, tienen ciertas características particulares, como existir naturalmente en la flora microbiana intestinal, permanecer vivas durante el tránsito por el intestino delgado y colon, tener buena capacidad de adherencia al epitelio intestinal y no ser patógenas.
¿Cómo actúan? La flora intestinal humana está compuesta por distintas bacterias “buenas”, que conviven en su debida proporción, de manera que exista un cierto equilibrio. Los prebióticos son un verdadero ecosistema que ayuda a mantener este adecuado equilibrio colonizando el tubo digestivo, por lo que mejoran las defensas contra otros microorganismos, colaboran en la digestión de los alimentos y disminuyen la sintomatología alérgica, por nombrar sólo algunos beneficios.
Dos litros de agua al día: Tomar agua en los meses fríos también es necesario, pues el cuerpo debe hidratarse debidamente, con las bajas temperaturas y su consecuente disminución de sudoración corporal, tenemos menos sed, sin embargo, se recomienda beber dos litros al día, sobre todo como primera respuesta ante síntomas de resfríos, como la fiebre. Cabe recordar que otras alternativas también son té, infusiones calientes o sopas bajas en grasas y sal, las cuales permitirán reconfortarnos del frío e hidratarnos, debemos saber que estos líquidos tienen que ser consumidos sin azúcar y en lo posible tampoco con endulzantes, para percibir su sabor natural.
Frutas y verduras: Son alimentos que nos ayudan a enfrentar el frío en estos meses y a mantener un sistema inmune óptimo, importante es saber y tener presente que, el consumo de vitaminas y minerales a través de ellas es esencial en esta época, como son preparaciones frías, éstas se pueden integrar a guisos o tortillas de verdura en el almuerzo y cena, por ejemplo, cuyo valor nutricional también aporta fibra necesaria en forma diaria, además las frutas cítricas como naranjas, mandarinas, piñas, kiwis etc., nos ayudan a mantener nuestro sistema inmune saludable, aportando cierta cantidad de Vitamina C, la que es muy necesaria para la protección de nuestro organismo.
Multivitamínicos: Los preparados multivitamínicos (medicamentos o jarabes) nunca sustituyen una alimentación sana. Los naturales si, como frutas y verduras que contienen otros nutrientes beneficiosos que no se encuentran en los suplementos, entre ellos, la fibra.
Miel o propóleo: La miel de abejas es un antibacteriano y el propóleo sirve como antiinflamatorio para la garganta y evita que esta se desgarre. Posee elementos importantes para el control de inflamación y promoción del control microbiano y los procesos de curación.
Vitaminas C o Remedios Homeopáticos: La Vitamina C es consumirla naturalmente a través de los alimentos, como frutas y verduras, y no en pastillas. Cabe mencionar que altas dosis de estas pastillas podrían aumentar la absorción de hierro a nivel intestinal, por lo que afecta directamente a diferentes órganos como el hígado, páncreas o corazón. Por otra parte, los medicamentos homeopáticos, reducen los síntomas, pero no mejoran el sistema inmune.
Eucaliptos: Al igual que la miel y el propóleo, el aceite esencial de eucalipto posee una acción antibacteriana, por lo que sí puede utilizar para ayudar, a través de inhalaciones con vahos o aplicando ungüentos en niños mayores de 10 años.
Embarazo: En el caso de las embarazadas, es importante consultar siempre con el médico si se considera que la ingesta de nutrientes no es la adecuada, pues se debe evaluar la necesidad de suplementación vitamínica para cada mujer y no basta tan solo, con una alimentación balanceada que sea rica en Fierro , Ácido fólico y Calcio, entre otros, además debemos tener presente que aunque las necesidades de vitaminas aumentan durante la gestación, cantidades excesivas de algunas de ellas podrían resultar peligrosas (por ejemplo Vitamina A), por tanto, mientras se siga una alimentación equilibrada que incluya muchas frutas y verduras, los requerimientos estarán siempre cubiertos.
Dormir y realizar ejercicio: Descansar y tener un buen sueño en la noche ayuda a mejorar nuestra inmunidad, al dormir poco las hormonas del cuerpo alteran su ciclo y se produce más cortisol, la hormona del estrés que baja las defensas., por tanto naturalmente favorece a tener resfríos e infecciones respiratorias. Las horas adecuadas para dormir van desde las 8 a 10 horas, para recuperarse de una jornada de trabajo o estudio. Por otro lado, el ejercicio también ayuda a disminuir la liberación de cortisol, el que debe de realizarse en forma diaria, como caminatas o realizar algún deporte, evitar el sedentarismo.
Evitar el frío: Lo más útil para no resfriarse es no exponer al frío a la nariz y la boca, porque esa zona regula la temperatura del aire a las vías respiratorias, por lo tanto debemos cubrir esa zona que permite entibiar el aire, para que este entre tibio y no produzca daño en la mucosa de la garganta. Es aconsejable el uso de bufanda, pañuelos o cuellos de algodón, lana o polar.