A partir de sus experiencias analizando fenómenos naturales en el mundo, el experto invita a reconocer las señales de la naturaleza.
Distintas generaciones pudieron compartir con Marcelo Lagos en Rancagua. Estudiantes secundarios, alumnos del área Ingeniería, trabajadores y representantes de instituciones públicas llegaron al Instituto Santo Tomás para la charla “Construcción en territorios de riesgo”.
El académico, especialista en procesos naturales extremos, compartió sus experiencias de investigación en lugares como México, Estados Unidos y Japón. Esto le permite asegurar que “algo está pasando en la sociedad que no estamos viendo. Pensamos que lo hacemos increíble, pero en rigor, siguen elevándose los niveles de exposición, aumentando los niveles de riesgo, y eso puede a veces concluir en desastres donde pagan justos por pecadores”.
En su charla, Lagos compartió el análisis de fenómenos naturales, como maremotos y terremotos: “A partir de evidencia científica confirmamos que estos eventos que parecen raros, exógenos, son recurrentes. Permanentemente han ocurrido, ocurrieron en el pasado y seguirán ocurriendo por millones de años más. Por lo tanto, debemos aprender a convivir con ellos”.
“¿Qué estamos esperando?”
Su consejo entonces es entender que los desastres se pueden detener, comprendiendo las señales de la naturaleza: “Atesorando la historia de los abuelos, la historia de los territorios que tienen pasado de eventos extremos que nos dan señales claras de dónde no habitar y dónde habitar con seguridad. Tener ciudades inteligentes, una relación más sustentable con la naturaleza, en rigor no es un secreto, no es complejo, la información está por todos lados”.
“Pensamos que nosotros gobernamos el planeta, pero es todo lo contrario: nosotros somos unos aparecidos y la verdad es que el planeta tierra no nos necesita. Si nosotros no nos adaptamos a la realidad de la tierra y su dinámica compleja, ciertamente vamos a desaparecer como especie, como ha pasado con muchas especies”, sentencia Lagos.
Ante este panorama, asegura: “Yo no quiero que la gente siga viviendo en peligro, quiero que la gente viva en forma segura y eso se puede. Hoy día está el conocimiento, la mirada crítica, la tecnología y la sensibilidad como para entenderlo. ¿Qué estamos esperando? Llegó el momento que nos ocupemos, que miremos el tema de frente y entendamos que podemos hacer algo”.