Debido al aumento de las compras de carnes por la celebración de las Fiestas Patrias y con el objetivo de prevenir enfermedades producidas por el consumo de éstas, la Seremi de Salud O´Higgins ha intensificado las fiscalizaciones, decomisando y desnaturalizando 310 kilos de carne de vacuno provenientes de faenas clandestinas en el sector de Pangal.
En lo que respecta a las carnicerías, el Seremi de Salud, Eduardo Peñaloza Acevedo, en conjunto con funcionarios de dicha institución y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), visualizaron distintos locales del centro de Rancagua.
Una de las carnicerías visitadas fue “Doña Carne” y “Bife Sur”, ambas pasando la prueba de la fiscalización, ya que contaban con la documentación necesaria que respalda el origen de las carnes, como también condiciones de higiene y temperatura adecuada de conservación.
La fiscalización consistió principalmente en la medición de temperaturas; condiciones de almacenamiento y mantención de cadenas de frío en que se conservan los productos; rotulación de las carnes; condiciones estructurales; entre otras.
En cuanto a los decomisos por faenas clandestinas, la Autoridad Sanitaria, expresó que “gracias al apoyo de Carabineros hemos podido detectar faenas clandestinas, por lo mismo insistimos en que las personas compren en lugares establecidos, que cuenten con autorización sanitaria”.
“Nuestro principal objetivo es proteger la salud de las personas, donde las fiscalizaciones apuntan a eso, por lo mismo seguiremos monitoreando los locales. A la hora de comprar, los consumidores se tienen que fijar que la carne esté brillosa, si es carne de cerdo y de pollo que esté rosada, de vacuno rojiza, pero no de un rojo cafesoso u opaco que indica que hay oxidación. Además que no tenga un mal olor de carne descompuesta. También se debe evitar el contacto con alimentos listos para consumir, de esa manera se evita la contaminación cruzada”. Puntualizó el Seremi de Salud, Eduardo Peñaloza.
Por su parte, el fiscalizador del SAG, Henrik Merino, profundizó sobre la tipicidad de la carne, con la finalidad que los productos a la venta sean realmente lo que dice su origen, por medio de etiquetas y documentaciones que así lo demuestren.