De ser una mujer completamente autovalente, Dolly, sufrió uno de los cambios más radicales en su vida. Perdió su independencia tras permanecer internada más de dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO), producto del desarrollo de una neumonía por COVID-19. “Las primeras semanas no había mucho que hacer, solo había que esperar que ella reaccionara al tratamiento”, afirmó su hija, Dolly Ormazabal.
La paciente de 70 años estuvo un largo periodo conectada a ventilación mecánica invasiva, mientras sus pulmones recuperaban la funcionalidad. Su familia estuvo presente durante toda su estadía, gracias al programa de atención humanizada implementado por la UCI del HRLBO, que permite a los seres queridos colaborar en la recuperación del enfermo. “La hija de Dolly venía todos los días (lunes a domingo). Ella fue un pilar fundamental en la recuperación de su madre. Llagaba a las 2 de la tarde y se iba a las 6 de la tarde”, aseguró Madeline Pradenas, enfermera de la Unidad de Paciente Crítico del centro de salud.
Gracias a la asistencia integral aplicada por parte del equipo multidisciplinario de la UCI y el acompañamiento de la familia, la paciente logró superar la etapa más compleja de la enfermedad. Ahora, su médico indicó alta hospitalaria para iniciar un nuevo proceso en su casa mediante la atención del Servicio de Hospitalización Domiciliaria y los cuidados permanentes de su hija. “Estoy muy agradecida con todos. En estos dos meses que ella estuvo en el hospital se notó la disposición, el compromiso que tiene el personal con su trabajo”, sostuvo Dolly (hija), agregando que “el equipo de kinesiólogos, fonoaudiólogos, médicos, enfermeras. Del portero hacia dentro, todos nos atendieron increíble. Estoy eternamente agradecida”.
Desde el HRLBO recomendaron a la paciente completar su esquema de vacunación de acuerdo a la indicación médica en virtud de su evolución. “Por diferentes motivos la paciente no se vacunó contra el COVID-19. Cuando se contagió tenía una sola vacuna y lamentablemente llegó a estar en ventilación mecánica y su estadía fue prolongada con nosotros”, aseguró la enfermera.
Ahora la mujer estará mucho más cerca de recuperar su autovalencia. Se abocará a su rehabilitación motora y respiratoria que le permitirán volver a ser la misma Dolly independiente de siempre. “No da nostalgia irnos. Por un lado, con felicidad porque nos vamos con mi mamá bien, pero nostalgia también porque dejamos gente que es tan buena y que nos ayudó tanto”, finalizó la hija.